AMENAZAS MICROSCOPICAS

¿Cómo protegerse?

Durante el invierno ciertas amenazas microscópicas pueden aumentar

Para algunos puede sonar familiar la palabra Neumonía, puede que sea así porque un ser querido o persona cercana la haya sufrido o porque se hubiesen enfrentado a ella en algún periodo de su vida o simplemente por la “infodemia”. Lo cierto, es que para aquellos que la desconocen es importante no perderla de vista – ojo – no me refiero a entrar en una especie de paranoia, lo que quiero decir es que se trata de una enfermedad bastante frecuente. Así que a continuación compartiré con ustedes los aspectos e información más importante sobre esta enfermedad:

¿Qué es la Neumonía adquirida en la comunidad (NAC)?

se refiere a una infección aguda del tejido pulmonar que se adquiere fuera del hospital. La infección afecta a unos pequeños sacos de aire llamados alveolos y el tejido que les rodea, ambas son estructuras que hacen parte del pulmón. La presentación clínica de la NAC varía, desde una neumonía leve caracterizada por fiebre y tos productiva hasta una neumonía grave caracterizada por dificultad respiratoria e infección general, de todo el cuerpo. 

¿Qué tan frecuente es la enfermedad?

Se sabe según los estudios, que aproximadamente de 16 a 23 casos por 1000 personas por año sufren esta enfermedad y que las cifras aumentan con la edad. Hay una variación estacional, con más casos que ocurren durante los meses de invierno.

La etiología de la NAC varía según la región geográfica; sin embargo, Streptococcus pneumoniae es la causa bacteriana más comúnmente identificada de NAC en todo el mundo. Los virus también son causas comunes de NAC

La mortalidad general también puede variar según la ubicación geográfica (Estados Unidos/Canadá 7,3 %; Europa 9,1 %; América Latina 13,3 %).

¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar una NAC?

  • Edad avanzada  
  • Enfermedades crónicas 
  • Infección viral del tracto respiratorio 
  • Macroaspiración del contenido del estómago y/o microaspiración de las secreciones de las vías respiratorias superiores (p. ej., por accidente cerebrovascular, convulsiones, anestesia, consumo de drogas o alcohol).
  • Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol 
  • Entornos como prisiones, refugios para personas sin hogar, residencia en entornos de bajos ingresos y exposición a toxinas ambientales (p. ej., solventes, pinturas o gasolina).

¿Cómo prevenir las NAC?

Los tres pilares principales para la prevención de la NAC son:

  • Si se es fumador es fundamental dejar de fumar
  • Vacunación antigripal para todos los pacientes
  • Vacunación antineumocócica para pacientes de riesgo

    ¿Quién debe vacunarse del Streptococcus pneumoniae?

    Recomendación para la vacunación antineumocócica en adultos

    Todos los adultos ≥ 65 años de edad

    Condiciones médicas predisponentes:

    • Trastorno por consumo de alcohol
    • Cardiopatía crónica*
    • Enfermedad pulmonar crónica 
    • Enfermedad crónica del hígado
    • Diabetes mellitus Enfermedad de células falciformes u otras hemoglobinopatías

    Mayor riesgo de meningitis:

    • Fistula de líquido cefalorraquídeo
    • Implante coclear

      Condiciones de inmunocompromiso y otras condiciones asociadas con alteración del sistema inmunitario Δ :

      • Inmunodeficiencia congénita o adquirida 
      • Neoplasia maligna activa generalizada
      • Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana §
      • Inmunosupresión iatrogénica ¥
      • enfermedad de Hodgkin
      • Leucemia
      • linfoma
      • Mieloma múltiple
      • Trasplante de órgano sólido
      • Enfermedad renal crónica ‡ y síndrome nefrótico
      • Asplenia funcional o anatómica
      • Antecedentes de enfermedad neumocócica invasiva 

      La vacunación neumocócica está indicada para adultos con factores de riesgo de adquisición o desarrollo de enfermedad neumocócica grave. Estos adultos deben recibir PCV20 solo o PCV15 seguido de PPSV23. Cuando se administre la combinación de PCV15 y PPSV23, se debe administrar primero PCV15 cuando sea posible. NOTA: PCV20: vacuna antineumocócica conjugada 20-valente; PCV15: vacuna antineumocócica conjugada 15-valente; PPSV23: vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente.

      * Incluyendo insuficiencia cardiaca congestiva y cardiomiopatías, excluyendo hipertensión.

      ¶ Incluye enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema y asma.

      ◊ Incluye deficiencia de linfocitos B (humorales) o T, deficiencias del complemento (en particular, deficiencias de C1, C2, C3 y C4) y trastornos fagocíticos (excluyendo la enfermedad granulomatosa crónica).

      § La infección por VIH es una indicación para la vacunación antineumocócica, independientemente del recuento de células CD4.

      ¥ Tratamiento con cualquier medicamento inmunosupresor (incluidos glucocorticoides a largo plazo, inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa, quimioterapia contra el cáncer y otros inhibidores de citocinas) o radioterapia.

      ‡ La enfermedad renal crónica se define como una tasa de filtración glomerular <60 ml/min/1,73 m 2 durante ≥3 meses.

      La Importancia de la salud mental

      10 de octubre – Día Mundial de la Salud Mental

      Hablar de salud incluye hablar del bienestar emocional, psicológico y social, es decir, hablar de salud mental.  Y esta esfera de la salud, hasta hace pocos años pasaba inadvertida y desapercibida, no parecía tener la relevancia que se merece y que por naturaleza le corresponde. Y, entonces, surgirá la duda de muchos de los lectores, ¿por qué ahora sí parece tener importancia la salud mental? Pues bien, porque la evidencia nos va enseñando, a veces tardía y crudamente, que existe un gran deterioro en la población sobre esta esfera de la salud. Es así como, si ya antes de la pandemia se estimaba que una de cada ocho personas en todo el mundo vivía con un trastorno mental, tras la propagación mundial del “nuevo coronavirus” las estimaciones sitúan el aumento de los trastornos de ansiedad y depresión en más del 25% durante el primer año de la pandemia.

      Ahora bien, la cuestión es que nuestro estado de salud mental, afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. También, es aquella que nos ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones saludables. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta.

      También es importante aclarar una idea errónea que surge con frecuencia, y es que los términos salud mental y la enfermedad mental a menudo se usan indistintamente pero no son lo mismo. Una persona puede experimentar problemas de salud mental y no ser diagnosticada con una enfermedad mental. Asimismo, una persona diagnosticada con una enfermedad mental puede experimentar períodos de bienestar físico, mental y social .

      Bien, teniendo en cuenta el impacto del problema que he “ultra resumido”, nos planteamos un gran interrogante: ¿el panorama puede cambiar?, es posible lograr que la población pueda dejar de enfermar mentalmente? Para dar respuesta a esta cuestión, tomaré unas cuantas ideas e iniciativas en las que esta trabajando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las cuales traza para los países miembros como el camino a seguir y que han denominado “caminos hacia la transformación»:

      • Profundizar el valor otorgado a la salud mental por individuos, comunidades y gobiernos; y emparejar ese valor con el compromiso, la participación y la inversión de todas las partes interesadas, en todos los sectores.
      • Reformar las características físicas, sociales y económicas de los entornos (en los hogares, las escuelas, los lugares de trabajo y la comunidad en general) para proteger mejor la salud mental y prevenir las afecciones de salud mental.
      • Fortalecer la atención de la salud mental para que se satisfaga todo el abanico de necesidades de salud mental a través de una red comunitaria de servicios y apoyos accesibles, asequibles y de calidad.

      Supongo que llegados a este punto más de un lector pensará que las directrices de la OMS son muy “abstractas” y poco aterrizadas. Lo cierto, es que necesariamente debe trabajarse desde los gobiernos y políticas de estado para aplicar medidas preventivas sostenibles y así evitar o mitigar las graves violaciones de derechos humanos, discriminación y estigma que a menudo sufren las personas con problemas de salud mental.

      … y a nivel individual, ¿qué podemos hacer para proteger nuestra salud mental?

      Para prevenir los problemas de salud mental, es importante que tengamos en cuenta y practiquemos las siguientes recomendaciones, no las pierdas de vista:

      • Cuida tu cuerpo.
        • Practica la actividad física rutinariamente
        • Aliméntate saludablemente, manteniendo una dieta balanceada
        • Duerme 8 horas al día.
        • Elije no beber alcohol o evitar el exceso en el consumo de alcohol.
        • Evite el uso indebido de opioides recetados y evite el uso de opioides ilícitos. También evite mezclarlos entre sí o con cualquier otra droga.
        • Evite fumar y el uso de productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos. 
        • Continúe con las medidas preventivas de rutina, incluidas las vacunas , los exámenes de detección de cáncer y otras pruebas recomendadas por su médico.
      • Planifica un tiempo para relajarse. Trate de hacer actividades que disfrute.
      • Conéctate, habla con personas de confianza sobre tus preocupaciones y cómo te sientes.
      • Descansa de ver, leer o escuchar noticias, incluidas las de las redes sociales. Es bueno estar informado, pero escuchar constantemente sobre eventos adversos puede generar estado de estrés aumentado. Considere limitar las noticias a solo un par de veces al día y desconectarse de las pantallas del teléfono, la televisión y el ordenador (computador) por un tiempo.
      • Buscar ayuda profesional también pueden ayudar.

      Si quieres conocer más sobre las medidas de prevención suscríbete a mi blog o envía un correo a contacto@shirleyperez.com y te compartiré información detallada.

      Monkeypox – Viruela del Mono, el nuevo reto que afronta la Salud Pública

      En esta oportunidad quiero comentarles sobre un virus que ha venido a tomar parte en el actual escenario de la Salud Pública. Este virus se ha dejado ver con fuerza a nivel mundial desde el pasado mes de mayo (2022), ya podrán intuir que me refiero al virus que causa la viruela del Mono o Monkeypox. Pues bien, a continuación, compartiré con ustedes unas ideas básicas para que conozcan más acerca del tema y sobre todo como os podéis mantener libres de contagios.

      He aquí los puntos básicos e importantes

      1. La Viruela del Mono (VM), es una enfermedad causada por un virus miembro del género Orthopoxvirus, de la familia Poxviridae.
      1. La Viruela del Mono es una zoonosis vírica que está presente especialmente en zonas de selva tropical de África central y occidental y, esporádicamente, se exporta a otras regiones. Y… ¿Qué es eso de zoonosis? Es la transmisión de una enfermedad desde animales a humanos.
      1. Hospedador natural del virus de la viruela símica

      Existen varias especies animales susceptibles a adquirir este virus entre ellos: ardillas listadas, ardillas arborícolas, ratas de Gambia, lirones enanos africanos, primates no humanos y otras especies. Aún hay dudas en cuanto a la evolución natural de la enfermedad, y se necesitan más investigación para identificar el reservorio exacto del virus y la forma en que se mantiene en circulación en la naturaleza.

      1. Cuadro clínico ¿Signos/síntomas?

      Fiebre, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos, y puede llegar a producir una variedad de complicaciones médicas. Los síntomas pueden durar de 2 a 4 semanas. En algunas ocasiones puede causar cuadros graves. Y, recientemente se ha estimado que puede alcanzar una tasa de letalidad de alrededor del 3%-6%.

      1. ¿Cómo se transmite?

      Se transmite al ser humano por contacto estrecho con una persona o animal infectado, o con material contaminado por el virus.

      Se transmite de una persona a otra por contacto estrecho con lesiones, secreciones corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama.

      1. ¿Cómo se previene?

      Concienciar sobre los factores de riesgo y educar a la población sobre las medidas preventivas que se deben adoptar para reducir la exposición al virus es la principal estrategia de prevención.

      1. Panorama actual de la propagación del virus a nivel mundial

      Mapa mundial del brote de viruela del mono de 2022Datos al 18 de agosto de 2022 a las 5:00 p. m. EDT). Centro para el control y la prevención de las enfermedades – CDC

      La información que les he compartido en esta entrada proviene de datos contrastados de la Organización Mundial de la Salud y el Centro para el control y la prevención de las enfermedades.

      Si quieres conocer más sobre las medidas de prevención suscríbete a nuestro blog o envía un correo a  contacto@shirleyperez.com y te enviare información detallada. También puedes ver mi video sobre la prevención de la viruela del mono en YouTube y apoyarme siguiéndome para estar actualizado sobre este y muchos más temas de salud y vida sana.

      La vacunación, un gran avance o solo cuestión de números

      El tema de las vacunas en las últimas décadas se ha convertido en un asunto, por decirlo de alguna forma “complejo”, y como si fuese poco, la aparición del coronavirus tipo 2 ha echado más leña al fuego. Lo complicado del tema, parece derivar de las creencias de las ya “miles de personas”, acerca de la poca o nula necesidad de aplicar vacunas. Unos opinan de esta forma porque se han visto desbordados por canales informales de comunicación, otros porque se les ha dicho “toda la vida” que las vacunas sólo son para aumentar exponencialmente las ganancias de las compañías farmacéuticas y así, muchas ideas más que se van extendiendo como si de una enfermedad infecto-contagiosa se tratara.

      Lo cierto es que todas esas creencias si no implicaran un perjuicio para las personas vulnerables, podríamos decir que cada quien tiene vía libre para sus pensamientos y opiniones, pero… ¿saben qué? Tiene un impacto bastante desafortunado en aquellas personas más susceptibles a adquirir enfermedades contagiosas que dejándose llevar por las opiniones de los “no creyentes” (ahora popularmente llamados antivacunas) pueden llegar a sufrir enfermedades muy graves e incluso morir. Y para aclarar eso de personas “susceptibles o vulnerables” con esto me refiero a los que tienen enfermedades como: diabetes, enfermedades cardiacas, enfermedad pulmonar, VIH, cáncer, trasplantados, enfermos renales crónicos etc., etc. …

      Y puestos en este punto, entonces, eso de las vacunas ¿es necesario? Pues bien, sin duda la respuesta es SIIIIIII, porque cuando la ciencia y los datos así lo demuestran, lo demás no tiene cabida. Existen ejemplos que nos evidencian tan innegable verdad, entre ellas lo que ocurrió con la viruela, que se erradicó en todo el mundo en 1979 después de un programa de vacunación mundial colaborativo dirigido por la Organización Mundial de la Salud. Y no olvidemos que la viruela, antes de la vacuna, causó la muerte a cientos de millones de personas y fue una de las enfermedades más temidas durante casi 3000 años. Hoy ha desaparecido por completo gracias a los esfuerzos de los programas de inmunización. En cuanto al sarampión, se han presentado picos y valles periódicos a lo largo de los años, pero la disminución real y permanente en la incidencia del sarampión coincidió con la autorización y el uso general de la vacuna a partir de 1963. Y de esta forma, muchas otras vacunas han dejado claro que con su aplicación estamos más protegidos.

      Y bien, tras una breve pero puntual descripción de las bondades de algunas vacunas, la respuesta a la pregunta que encabeza este escrito es que verdaderamente (VERDAD), las vacunas son una gran herramienta para la ciencia porque representan uno de los avances más importantes en la salud pública, logrando la prevención y control de las enfermedades infecciosas. En pocas palabras, las vacunas hacen parte de los grandes instrumentos que han cambiado el curso de la humanidad al modificar drásticamente el sufrimiento de algunas enfermedades transmisibles.

      “La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso”

      Louis Pasteur 1822-1895

      La pandemia por el nuevo coronavirus, un reto para la gestión de los servicios de salud. Encuentra en mi nuevo libro titulado «Gestión Sanitaria en tiempos de COVID-19» herramientas para afrontarla.

      Portada

      La pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19 nos ha enfrentado a una etapa marcada por la incertidumbre y por los retos. Como era de esperar las instituciones de salud inician un periodo de adaptación constante para mantener la seguridad tanto de pacientes como de trabajadores y con el objetivo primordial de evitar la transmisión de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
      Fruto de mi experiencia durante esta «nueva era COVID-19» nace este libro a través del cual quiero dar a conocer los circuitos que se han adaptado y desplegado en un hospital de 340 camas que presta asistencia sanitaria a pacientes con patologías agudas o agudizadas. Para los trabajadores de la salud, este libro ofrece la oportunidad de comprender los nuevos modelos de gestión de los circuitos asistenciales que se han ajustado al contexto actual. Y, para los pacientes es la ocasión de entender cómo los centros sanitarios diseñan estrategias en pro de mantenerlos seguros.

      Sigue este link para adquirir una copia impresa o la versión digital de mi libro.